jueves, 28 de mayo de 2009

Algunos menos cuandos.


Y ahí va mi estado personal, esta foto lo dice todo. Aunque ninguno soy yo, no importa, porque formo parte de todos ellos, y ellos forman parte de mi.
Ahora que ya dejé de viajar por Rocha (la costa) y me asenté, tomo empieza a normalizarse, lo que antes veia extraño, ahora es lo normal. Y lo que antes era normal para mi, ahora empiezo a olvidarlo. No recuerdo como eran los autobuses allá, acá se les llama Omnibus, son de color y forma distinta. Durante mi trayecto al trabajo, siempre sube algún artista que me deleita con su arte.
Últimamente paso más tiempo soñando, que dormida.
Los placeres de la vida deberían prohibirse, solo te hacen soñar y eso me encanta.
No sé como, ni porque, pero estoy en un grupo de teatro, la semana que viene vamos a empezar los ensayos de nuestra obra, y en cuanto este (supongo que dos meses) la vamos a presentar a una movida joven que hay acá, y si no entendí mal, se va a llevar a teatros. No sé como, ni porque, pero estoy en un grupo de teatro.
Con las telas avanzo, lentamente, y cuando mi mente no se olvida...en unos meses tambien vamos a mostrar lo aprendido...me aseguraré que nadie filme, para que esto no salga del país...
Hoy vuelvo a trabajar, es jueves, me encanta, paso las horas con uruguayos, me dan de cenar, de beber y de que hablar...se le puede llamar trabajo?? Son de las horas más felices. Pero sigo queriendo más, donde están mis amigos??!!!
Algunos menos cuandos añoro las tardes en Natura sin parar de hablar.
Algunos menos cuandos añoro la Comedia del Arte.
Algunos menos cuandos añoro.

domingo, 24 de mayo de 2009

Una vez decidi quedarme las puertas se me empezaron a abrir.

Me decían: "todo ocurre por alguna razón", así que me dejé llevar.

Me ofrecieron una casa donde dormir, hablando...me encontraron un trabajo.
Me iba, y voy haciendo mi hueco en Uruguay.
Ahora estoy haciendo unos cursos, uno de teatro y otro de telas, ahí, en el laburo y en el hogar voy conociendo a gente.

Cada día más entiendo que cada cosa tiene su momento, y yo sé que esto va a ir bien, que tendré momentos buenos y no tan buenos. Que si ahora no tengo muchos amigos, los tendré.
Recien llegué y nada puede ser forzado, las cosas fluyen, como el agua.


Las cosas se solucionan solas, yo solo les indico el camino.

Una pequeña vista de Cabo Polonio, desde lo alto del faro.
He ido dos veces, una a pasar el día, tras tres horas caminando por las dunas junto Coralia y Carla. Y otra con Carla en mamut y allá nos encontramos con Juanjo, Carlos y Rafa. Nos alquilamos un ranchito y pasamos la noche allí.
Ví las focas marinas, atardeceres y amaneceres, baños desnudos, olas gigantes, charlas infinitas, cervezas enterradas bajo tierra, perros encantadores, polonienses impactantes...
Vi todo que tenía que ver en ese momento.

Cabo Polonio

Cabo Polonio, es un pueblecito de costa situado en Rocha.

Se caracteriza por situarse en una punta de la costa, por lo que tiene dos playas totalmente distintas entre ellas, cuando el viento sopla más fuerte en una, la otra está perfecta para bañarse.

Unicamente se puede acceder a él con el mamut o francés, una especie de camión descubierto que te subes encima de el y te lleva por montaña y por la orilla hasta llegar a las pocas casas, si es que se les puede llamar así. Estas pequeñas edificaciones tienen una planta baja que es cocina, comedor, baño y una cama, y en el primer piso, que sería un medio techo toda de colchones para dormir.

No tienen luz, ni agua, esta última hay que agarrarla del pozo.

Se puede caminar descalza por el pueblo...

Hay vacas, caballos, perros...

Hay un pequeño bar, donde los servilleteros son sandalias...

Hay generosidad...

Hay un enorme faro, desde el que se ve un atardecer precioso...

Hay gente que vive allá todo el año...

Hay paz, tranquilidad, felicidad, amor...

Todo ser humano, único, universal e indispensable forma parte de un todo....

Todos somos todo....

viernes, 22 de mayo de 2009

Diario de la errante.

Tras mes y medio en Uruguay, me decido a hacer un diario, para que la distancia no sea tan grande.

En cuanto llegué a Buenos Aires conocimos a un chico, Juanjo, que venía a Uruguay a ver a un amigo uruguayo que hizo viajando. Quedamos en que a lo largo de nuestros viajes nos volveriamos a encontrar.

Me fuí con Coralia, Carla y una pareja a pasar una semana a Valizas, en Rocha. Increible lugar e increibles noches, un barecito, en plena costa, donde quien quisiera podía ponerse a tocar y a cantar. Pase una noche magica, primero tocó una familia, la madre cantaba y tocaba la guitarra, el padre una especia de djembe, y las hijas bailaban. Esto, con unas cervezas fué fantástico. Después llegaron tres chicos, que tocaron y cantaron de manera sobrehumana, terminamos todos bailando y cantando.

Esa noche, me di cuenta que este viaje iba a ser diferente.

Tras esos dias, volvimos a Montevideo, y nos encontramos con lo prometido, con Juanjo, Carlos y Rafa (el uruguayo). Nos ofrecieron viajar con ellos por Rocha (toda la costa) y sin pensarlo dos veces, yo por lo menos, allá que nos fuimos Carla y yo. Viajamos una semana por la Pedrera, la Paloma, Cabo Polonio, Aguas dulces, Punta del Diablo...cada día en un destino distinto. Viviamos la noche, dormiamos la mañana y comiamos la tarde, viaje inolvidable en el que conocimos a gente, y otras cosas. Este viaje improvisado y veloz fue el responsable de que yo perdiera el vuelo, tras un día de crisis ví la opción de quedarme acá a vivir. Sin duda alguna, ha sido la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo.