Tras mes y medio en Uruguay, me decido a hacer un diario, para que la distancia no sea tan grande.
En cuanto llegué a Buenos Aires conocimos a un chico, Juanjo, que venía a Uruguay a ver a un amigo uruguayo que hizo viajando. Quedamos en que a lo largo de nuestros viajes nos volveriamos a encontrar.
Me fuí con Coralia, Carla y una pareja a pasar una semana a Valizas, en Rocha. Increible lugar e increibles noches, un barecito, en plena costa, donde quien quisiera podía ponerse a tocar y a cantar. Pase una noche magica, primero tocó una familia, la madre cantaba y tocaba la guitarra, el padre una especia de djembe, y las hijas bailaban. Esto, con unas cervezas fué fantástico. Después llegaron tres chicos, que tocaron y cantaron de manera sobrehumana, terminamos todos bailando y cantando.
Esa noche, me di cuenta que este viaje iba a ser diferente.
Tras esos dias, volvimos a Montevideo, y nos encontramos con lo prometido, con Juanjo, Carlos y Rafa (el uruguayo). Nos ofrecieron viajar con ellos por Rocha (toda la costa) y sin pensarlo dos veces, yo por lo menos, allá que nos fuimos Carla y yo. Viajamos una semana por la Pedrera, la Paloma, Cabo Polonio, Aguas dulces, Punta del Diablo...cada día en un destino distinto. Viviamos la noche, dormiamos la mañana y comiamos la tarde, viaje inolvidable en el que conocimos a gente, y otras cosas. Este viaje improvisado y veloz fue el responsable de que yo perdiera el vuelo, tras un día de crisis ví la opción de quedarme acá a vivir. Sin duda alguna, ha sido la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Saborea el sur... vive el día y ama la noche, que aquí te esperaremos.
ResponderEliminarAsun